Hay géneros musicales que absolutamente tienen la capacidad de trascender en el tiempo, las épocas y las culturas, dejando una huella indeleble en la memoria patrimonial de los diferentes pueblos alrededor del mundo y que sin ser impuestos por modas, tendencias o manipulación mediática han calado en lo profundo del sentimiento humano y uno de estos casos lo lidera indudablemente el Rock, el Rock and roll y sus derivados más soft, hard, mestizos o vanguardistas.
Es así como el Rock y su prole poseen la fuerza de movilizar masas, multitudes y mantener su posición en el sentir innato de las personas, sin importar sus credos, raza, política, nacionalidades y tendencias.
El Rock se posicionó desde su creación en un sentir del pueblo, una oda, una poesía hecha canción o en simplemente una protesta contestataria y rebelde del pueblo... el Rock es así parte fundamental de la cultura de los pueblos alrededor de los contextos tradicionales y hasta más ortodoxos. Y es que nació del Blues, como canto y queja de los pueblos afroamericanos oprimidos, esclavizados, sentenciados y segregados por un sistema vil y esplotador, de allí su ánimo de rebeldía innata y de contracorriente, pero además lleva impreso en sus notas y esquemas musicales el sentir de unos corazones deshojados por la tiranía, el desamor y el propio dolor humano, que consigue un drenaje a través de su mutación constante y de su fuerte expresión, consolidándose como una voz que clama en medio del desierto deshumanizante de nuestra controversial humanidad que sentimos, pensamos y nos expresamos a través de los sonidos del Blues, del Jazz, el rock and roll, el metal, el Reague, el Punk y todas las fusiones antiguas y modernas...
Porque es que en el rock nadie debe sonar como nadie, cada intérprete, banda, grupo, ensamble, sesión, jam o improvisación son únicas y expresan lo que necesita expresar cada ser que integra y forma parte de la banda, pero además, expresa lo que vive, piensa y siente el colectivo que la conforma.
Es así como el Rock se volvió peligroso para los dominantes y dominadores, para los que alienan y conducen los hilos invisibles de las sociedades manipuladas y manipuladoras donde nacemos, crecemos, nos formamos y donde moriremos eventualmente, dejando o no una huella, una voz, un mensaje, unas notas limpias o distorsionadas que expresan la creciente inconformidad de los humanos con la propia humanidad, pero que también le canta a lo bueno de vivir, sentir y existir en estos tiempos tan antagónicos y agónicos a la vez, donde somos lo positivo y negativo al unísono de todo lo que nos rodea, desde donde gestamos luz y oscuridad infinita y alternantemente mientras vivimos y somos lo que somos simplemente, mientras vamos hablando también de todo ese cúmulo de vidas amalgamadas en un género universal al que decidimos llamar aún sin saber bien por que simplemente roca, porque tal vez somos la piedra fundamental sobre la cual se eregirá un nuevo paradigma humano de lo que somos, sentimos, pensamos y haremos...
¡Que viva el rock and roll!
Autor:
Kairo Belisario.