Sucede pocas veces que me cautive una canción nueva, Rubies, tema que le da nombre al disco, en sus nueve minutos de duración, salta de los parlantes al oírlo la voz con cualidades inusuales y técnica cruda del cantautor Daniel Bejar, influenciado por cantautores famosos como Bob Dylan, David Bowie, Lou Reed, Neil Young, entre otros. Esta banda con nombre de death metal y que ni remotamente se parece a ese género, no puede decirse que es altamente conocida a nivel mundial aunque si tiene su público, son de Canadá, mas que todo un proyecto del cantautor ya mencionado, que en cada disco le gusta cambiar mas o menos de género musical, desde mediados de los 90's, ya sea folk, indie rock, prog rock, synthpop, indie pop, entre otros. No son tan conocidos aunque el líder de la banda colabora numerosas veces con otra más popular llamada The New Pornographers.
La cuestión con el señor Dan Bejar, es que hace su música de la manera como él quiere hacerla y no como los demás tal vez quisieran, dentro de la música popular está en los territorios híbridos —muchas veces desconocidos— de esos géneros que no son ni tan elitescos ni tan comerciales. En este trabajo (octavo disco publicado) el sonido es orquestado, con instrumentos acústicos y eléctricos, canciones ricas en texturas clásicas, sofisticadas, elegantes, con pianos, sintetizadores, guitarras, percusiones, algunos metales, bajo... un derroche de sonidos tanto suaves como ligeramente psicodélicos, o folk rock, ritmos de tempos medios o lentos. Es posible que este artista no sea para todo el mundo, mas que todo por la ya mencionada voz inusual del cantante, las estructuras intrincadas de los temas e incluso las melodías vocales, como también las letras en sí. ¿Por qué? Pues las palabras en la música de Destroyer son poesía en el sentido purista del término, poesía contemporánea, de esa que a poca gente le gusta o entiende, y además, como dirían varios que disfrutan de ese tipo de escritos, no se trata tanto de entender sino de sentir. Las letras si hablan de algo, aunque muchas veces uno simplemente tiene poca idea de que es ese algo en sí ¿Son ficticias o reales? ¿Son historias? ¿Esas metáforas tan crípticas qué quieren decir?
Después de leer bien el contenido de las palabras de las canciones se pueden obtener significados coherentes, varias veces son historias, mezclando lo ficticio con lo autobiográfico hasta en una sola canción. Momentos específicos de las canciones se quedan grabados después de escucharlos tanto, como las notas iniciales de piano que abren el tema Europeas oils, luego aproximadamente sus últimos 90 segundos. Los versos y coro de Watercolours into the ocean. O el estribillo final de Priest's knees. Frases: "All good things must come to an end, the bad ones just go forever(...)", "Listening to Strawberry Wine for the 131st time" ("Strawberry wine" es un ep de My bloody valentine, la banda con mi disco favorito Loveless, del cual escribí mi primera reseña publicada), "I brought bells to the wake and you didn't mind shedding your beautiful European blood", solo por poner unas.
Las letras además de ser poemas, se escuchan como tal, por eso las melodías vocales pueden ser para algunos oídos difíciles de apreciar, pueden sonar como un tipo recitando algo, esperando un coro repetitivo que no llega, hablando, no tanto cantando, pero no es siempre el caso. Hay temas muy melódicos como Painter in your pocket, que empieza muy callado, y termina derrochando encanto por todos lados con sus armonías soleadas, o durante los temas del disco el coro tarareable si llega, mas no tiene palabras, solo sílabas, casi todos los temas comparten esa cualidad, musicalmente hablando en tonalidades mayores, evocando imágenes de una tarde o mañana nostálgica, recordando inmensos amores o sintiendo la belleza del mundo cercano y lejano. Todo bajo un enigma, tal como en la portada se ve una sala con una nutrida biblioteca, todo está enmarañado entre referencias literarias de libros que no has leído o quizá si, pero que demuestran que el autor es un ser culto, que apela para un público quizá como él, igual de culto.
Escribo en este apartado porque fue el disco que me introdujo a este artista, hace muchos años ya, luego iría yo a escuchar cada uno de sus trabajos, es uno de los pocos artistas que le he escuchado casi todo lo que ha publicado. No dejo de vislumbrar con respeto y disfrute todos los elementos artísticos que Dan Bejar incluye en su música, sus letras crípticas y auto referenciales. Voy a hablar de esto último: auto referencial porque al leer o escuchar las letras uno nota menciones de títulos de otras canciones de su misma producción, o de otros artistas. Por ejemplo, en el primer tema del disco hay un pasaje que dice "I wanted you I wanted your blues", hace referencia a otro disco anterior de la banda que se llama Your Blues. Uno se pregunta cual será el motivo de esto, y uno no lo sabe, en el arte lo enigmático puede ser muy eficaz para enganchar a uno, David Lynch llamó a esto la "gallina de huevos de oro", en su serie famosa Twin Peaks la identidad del asesino era ese enigma que cautivó a millones. Y también al referenciar otros artistas, se toman incluso sus letras, se incluyen en las canciones de manera recontextualizada a otro enigmático y poético fin. Si eres un "music lover" (así se llama una canción del mencionado Your Blues) podrás reconocer a que banda está haciendo homenaje. En fin, este trabajo discográfico musical surge de un esfuerzo creativo empeñado en ofrecer algo muy trabajado, lleno de brillo tal como las joyas al que el titulo se refiere, un remolino de belleza liderado por un bohemio con voz de poeta borracho, y de aspecto acorde a eso. Hace un manejo de lo inusual y lo usual equilibrado hasta cierto punto.
Autor:
Javier Macero
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