BienvenidXs

Blog simple, destinado a dejar huellas en el camino andado.

Con el propósito siempre de aportar y dejar algo positivo mientras marchamos en nuestra apresurada existencia, este espacio propone comprimir, lo más que se pueda, esas hazañas que nos atañen desde la cultura del Rock, cualquier subcultura asociada y/ó similares a ésta. Intentamos promover el cambio, la cohesión social, el entendimiento de nuestro comportamiento como persona, familia y comunidad, superación de nuestras costumbres atavicas y sobre todas las cosas el libre pensamiento, puesto que la mayoría de las veces no somos visto politicamente correctos. Desde nuestras trincheras soportamos el día a día y vamos dándole vida a nuestras vidas, enervadas por la comunmente rutina, enaltecidos y caraterizados por la simpleza, la empatía y solidaridad, lo diferente; lo directo. Le hacemos frente a esos cánones terrorificamente infundidos.

En resumidas cuentas, siéntase libre de apreciar lo que hicimos por diletantismo y sí por convicción gusta formar parte de esto, sean BienvenidXs.

jueves, 15 de octubre de 2020

MIS 4 AÑOS EN LAS ARTES MARCIALES

#EscupiendoLetras. Lo poco que hoy sé y que he aprendido lo agradezco mucho, para decirlo corto: las artes marciales han cambiado mi vida para mejor.

Entrenar para mí se ha convertido en una pasión que supera casi a todas las que he tenido en algún momento. De niño entrené taekwondo por un corto tiempo, no se puede decir que desarrollé algo, nada, mejor dicho; aunque creo que igual planté una semilla en mí aquella vez, sólo que tardó muchísimos años en germinar. Es que pasaron como 20 años para que yo volviera a entrenar algo parecido, comencé con aikido, un buen arte marcial pero que ´especialmente como varios lo entrenan y como fui entrenado´ se percibe incompleto, porque no se practicaba golpes ni patadas, ni defensas contra ataques reales; yo era digamos que ignorante y esperaba que se me instruyera en algún momento cómo usar esas ´técnicas bonitas´ del aikido en una situación donde me viera atacado, más ese momento nunca iba a llegar.

Hay un canal interesante en Youtube llamado: Martial Arts Journey, que es de un ex-sensei joven de aikido donde habla mucho sobre su desencanto con esa práctica; uno se pone a revisar su historia y al principio todos los que lo practicaron ya sabían otras cosas antes de eso. Su fundador lo concibió como un agregado pacífico a la violencia que podría derivar en aprender a pelear, cosa respetable, que no tiene nada de malo, sólo que para defenderse digamos que en la calle, si eso es lo que buscas, es insuficiente; tiene técnicas de control de miembros, que para llegar a ejecutarlas tendrías que golpear primero y entrenarlo contra un oponente que se resista, y eso no se me estaba impartiendo.

Luego, comencé en boxeo por unos tres meses, llevaba casi dos años entrenando aikido, buscaba más conocimientos, más tampoco me pareció suficiente, lo que me hizo descubrir acá en San Juan de los Morros Estado Guárico, fue un Dōjō de un arte marcial del que jamás había oído hablar a nadie: El Kenpo.

Mi interés por las artes marciales ha sido más que todo para auto-superación y defensa personal, lo primero puede entenderse de varias maneras, incluso a un nivel espiritual, ético y demás, lo segundo es simple, aunque para aplicarlo se necesita perseverancia, valor, tolerancia, entre otras cosas; más que todo eso es lo que me interesa, la parte deportiva no tanto, aunque igual se puede participar.

Comencé a entrenar K.K. a los 28, fuera de edades, donde se podrían experimentar muchos tipos de competencia, por eso no me quita el sueño tanto, tengo tiempo todavía de participar en eso aún.

El dojo de K.K. lo descubrí de casualidad, acá en el octágono de la Villa Olímpica de San Juan, me asomé y los vi haciendo las técnicas de defensa personal, quedé sorprendido por lo rápido de los golpes y lo efectivo para defenderse que mostraba ser todo eso. Me decidí a entrenar ahí, ya han pasado dos años desde entonces; y han sido unos años de transformación en mí como nunca antes; era totalmente distinto a donde estaba, en el dojo de aikido casi ni había gente nunca, llegaban estudiantes nuevos, y al poco tiempo se iban, era casi que el sensei y yo solos; acá en este nuevo sitio habían más de diez miembros, cuando me empezaron a instruir y lancé mis primeros golpes y patadas, supe que esto me gustaba mucho, sentía una emoción, un ardor pocas veces sentido, "¡Vaya! ¿Por qué no comencé antes en esto?", fueron mis primeros pensamientos, ya había terminado el liceo, donde fui objeto de burlas por mi sobrepeso e introversión, y la universidad, donde no tenía confianza en mí mismo, y me fue más mal que bien socialmente; pero bueno, esto era un nuevo comienzo, una segunda infancia casi, dejé de lado muchas cosas que sólo me traían confusión antes, ahora tenía una claridad nueva, dejé el sedentarismo, y la confianza en mí se fortaleció.

En el K.K., al indagar más vi cómo se le exige al practicante lo justo, y esto es algo que no es fácil, ni que viene rápido, en tres años no vas a obtener la cinta negra, son varios años más; se aprende además que en las artes marciales, no siempre se tiene algo que debería ser muy importante: practicidad para la vida real; esto es muy debatible, uno aprende las polémicas sobre de qué técnicas sirven para una pelea real y cuáles no, cuál sistema de artes marciales es mejor, etc... Varios dojos se enfocan en diferentes actividades, y en aprender a diferenciar lo deportivo de lo real, es algo importantísimo. Por lo menos, en K.K hay una parte deportiva que se le dice point-fighting, punto y pare o karate deportivo. Ese kumite, donde gana el que toque primero al otro en un área como el dorso o la cabeza, siendo una actividad respetable en la que se requiere mucha habilidad y destreza, yo no la conocía antes de entrar al dojo, no fue lo que me atrajo a practicar, mas he sido instruido en eso por requerimiento deportivo, y a decir verdad, no es de mi agrado así mucho, puede ser divertido, más prefiero entrenar tanto la defensa personal, como un combate deportivo a lo MMA.

Hasta los momentos se me ha otorgado el rango de cinturón amarillo, dentro del sistema de Kenpo Karate, todavía una fase muy temprana, estoy pronto a ascender al cinturón naranja.

Aprender conceptos como la economía del movimiento, que significa ejecutar los movimientos de defensa con la mayor velocidad posible, te abre la mente a nuevas posibilidades, y el ejecutar esto en un movimiento, te hace quizá hasta sorprenderte de lo que eres capaz si te enfocas; no es fácil pero luego cuando uno siente los resultados de la práctica constante, es edificante, enriquecedor, poder sentir que puedes manejar una situación de conflicto físico tranquiliza a uno, yo no soy una persona que anda por ahí agrediendo a nadie, más si toca defenderme o defender a alguien más, es bueno sentirse capaz, antes ser "pacifista", que era una de mis banderas de conducta, escondía que me sentía asustado de cualquier conflicto, quitándome asertividad muchas veces; no es malo ser pacífico, hay que serlo así sepas pelear, a mí me queda mucho por aprender todavía. Solamente quiero seguir en este viaje, esta etapa nueva de mi vida con la cual estoy cada vez más satisfecho.

Autor:

Javier Macero.

Facebook: Javier Macero

Cuenta Academia de K.K. (S.J.M): https://m.facebook.com/kenpo.karate.ikka/

No hay comentarios:

Publicar un comentario