SOMOS EL MEJOR EQUIPO Y SOMOS INCREÍBLES.

El camino ha sido largo, tormentoso, complicado, a veces peligroso, lleno de ilusiones, pesadillas, experiencias todas, a la vez maravilloso, emocionante, impredecible, en ese camino se quedaron muchos, llegaron otros, cada quien con una historia, cada historia diferente, yo con la mía, siempre buscando, pero no siempre sabiendo que estaba buscando. Miro en retrospectiva, haciendo lo posible por discernir y entender, como llegué hasta acá y en lo que me convertí y no queda duda, aunque probablemente no logre obtener todas las respuestas, que lo ha valido: cada lágrima, cada risa, cada vez al filo del abismo y en lo alto de la cima, cada perdida, cada persona, cada momento, cada luto, cada fiesta, cada temor, cada riesgo, cada incertidumbre, cada paso seguro, cada paso en falso, todo, absolutamente todo tenía que ser así, porque todo es mejor.
Me adentro en lo más profundo de mi ser y le digo a esa pequeña niña de 7 años que no tema, porque aunque no lo entienda, todo pasará y todo estará bien, que sea valiente, porque si podrá, siempre podrá y siempre será mejor, que quienes debían cuidarla no podrán hacerlo, no porque no quieran, harán lo mejor posible con lo que tienen y que aunque sufra en silencio sin entender, eso la hará más fuerte, única, especial, diferente, eso será su salvación, pero también en muchas ocasiones, su perdición.
Veo al cielo y suspiro, mientras camino como si nada más existe a mi alrededor, ya nada de eso importa tanto, agradezco y me descubro sonriendo, en mi pequeño, pero poderoso mundo, ese que me forjé, la mayoría de las veces sin saber que lo estaba haciendo y aunque se que todavía falta mucho por recorrer, también se, que nada será igual. Lo más importante, es que lo logramos mi yo del pasado y lo seguiremos logrando, mi yo del futuro. Somos el mejor equipo y somos increíbles.

Anónimo, 2025.